Cuarenta y cinco aspirantes fueron rechazados por seis de las principales universidades nacionales de Corea del Sur debido a antecedentes de acoso escolar.
Un total de 45 estudiantes vieron frustradas sus aspiraciones de ingresar a las universidades más prestigiosas de Corea del Sur tras revelarse sus antecedentes de acoso escolar. Entre ellos, dos aspirantes a la Universidad Nacional de Seúl (SNU) fueron rechazados el año pasado, a pesar de sus excelentes calificaciones en el examen nacional de ingreso (CSAT).
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Las instituciones aplicaron deducciones o descalificaciones basadas en sanciones disciplinarias previas, en un movimiento que refleja la creciente importancia del historial de comportamiento en los procesos de admisión universitaria.
Según las autoridades educativas, desde el año académico 2014, la SNU descuenta hasta dos puntos del CSAT a los postulantes que reciban sanción de traslado o expulsión por violencia escolar. Este sistema afecta tanto a quienes acceden por el proceso regular (basado en resultados del CSAT) como a quienes participan en la admisión temprana, donde se valoran los registros escolares y entrevistas personales. “El mérito académico ya no puede ser el único criterio para ingresar a una universidad de élite”, afirmó un portavoz universitario.
La Universidad Nacional de Pusan rechazó a ocho estudiantes, seis de ellos del proceso de admisión temprana. Kangwon y Jeonbuk registraron cinco rechazos cada una, mientras que Gyeongsang reportó tres. La cifra más alta se registró en la Universidad Nacional de Kyungpook, con 22 casos. En contraste, otras instituciones como Chonnam, Jeju, Chungnam y Chungbuk no rechazaron aspirantes por esta causa, ya que únicamente revisan antecedentes de violencia en procesos específicos, como el de atletas.
NUEVA POLÍTICA NACIONAL ENDURECE LAS SANCIONES Y DESATA DEBATE SOBRE LA JUDICIALIZACIÓN DE LA VIOLENCIA ESCOLAR
A partir del próximo año, todas las universidades surcoreanas deberán aplicar deducciones obligatorias a los postulantes con antecedentes de violencia escolar, sin importar el tipo de admisión. Esta medida responde al fuerte rechazo social tras el caso del hijo del ex fiscal Chung Sun sin, a quien se le transfirió de su escuela por acoso, pero logró ingresar a la SNU con apenas una reducción de dos puntos en su puntaje. El hecho desató críticas sobre la indulgencia institucional y aceleró la reforma.
No obstante, la nueva política ha generado preocupación por el aumento de litigios. Cada vez más estudiantes sancionados contratan abogados para impugnar las decisiones disciplinarias, lo que ha derivado en una creciente judicialización de los casos escolares. Expertos advierten que este fenómeno “convierte la violencia escolar en un negocio legal” y podría deteriorar aún más el ambiente educativo.
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